24.7.05

Mi mejor enemigo

Hay detalles que definen la personalidad de cada uno. Tonterías.
Yo detesto el huevo; me cae mal y le tengo un asco indescriptible. Es más, hacer este comentario me da arcadas...
Postulan que en mi infancia me dieron huevo hasta quedar... cansado de los huevos.
Yo no sé, porque en realidad no recuerdo a qué sabe un huevo, y voy a pasar por esté mundo sin saberlo. Lo curioso es que te como mayonesa, tortillas y derivados varios.
En fin, supongo que sólo hay que estar en mis zapatos para no entender cómo, !PERO CÓMO! alguien puede poner en su boca algo que huela a alcantarilla cuando está cocido, (arcada de nuevo) o tentarse con ese sonido como (puijt-puijt-puijt) de burbujitas que explotan, cuando se fríe. Y ni hablar de ese ojo amarillo asqueroso, que al reventar con un pedazo de pan derrama ese líquido amarillento que cubre esa parte blanca y viscosa. Claramente nunca supe cuál es la clara o la yema, ni me interesa saberlo.

El asunto es que esta pequeña desviación ha complicado mi existencia y la de mi entorno. Acá van algunos ejemplos:

1) Hacer un escandalo de proporciones mayores cuando alguien que me quiere hace un huevo frente a mi.
2) Evitar cualquier tipo de comidas en donde exista la posibilidad que aparezca un huevo.
3) Siempre que me den a probar algo que desconozco, preguntar si tiene huevo, "porque soy alérgico".
4) Causar molestias varias para que me preparen empanadas sin huevos, pastel de papas sin huevos, pastel de choclos sin huevos...y así, depender de la buena voluntad del chef, para sentir algo muy parecido al resto en fiestas patrias...

Existen más incomodidades, pero necesitaría un blog con más espacio.

Ahora hay algo terrible; la gente ya no sirve el huevo a un lado como acompañando algo.
El otro día en un cóctel, con gente muy importante, me ofrecen de esas empanaditas chicas. Yo tentao la acepto, convenciéndome de que "cuando me aparezca el huevo, lo saco"... Lo que no estaba previsto, era que al primer mordisco me doy cuenta que el "distinguido" me aparece esparcido y picado finamente por todo el contenido.
"Mierda, tengo huevo en la boca" me digo, mientras conversaba formalmente con el que hasta ese entonces era mi jefe.
Como no podía ser roto y dejarlo hablando sólo, hice quizás el acto más valiente de toda mi vida.
Apreté con todas mis fuerzas los dedos de los pies, contraje todos los músculos de mi rostro, respiré profundo y sin pensarlo, sólo tragué, acómpañándolo con un sorbo monumental de pisco sour.

Creo que hasta una lágrima rodó por mi mejilla.

Pá no alargarme. Por razones X, el año pasado , fui enviado a la cordillera con mandamases del ejército. Ellos muy cordialmente me invitan a almorzar al casino de Sub Oficiales.
Yo pa' adentro: "Me sirvieran huevo estos weones"... Dicho y hecho.
Lo peor, es que era un plato de arroz, cubierto por dos asquerosos huevos fritos...Sí, no a un lado, CUBIERTO. Cuento corto, al perla le tuvieron que preparar unas vienezas, No sin antes, recibir las tallas de los mandamases: "Este cabro se muere de milico".

En todo caso acepto que puede ser maña mía, porque me pasa exactamente lo mismo con los mariscos, sólo por su presencia mucosa.

Ahora, cuando me refería a que estos detalles marcan y diferencian tu personalidad del resto, es porque hace un par de años me di cuenta que jamás he probado el kiwi...no le tengo asco ni nada.. pero cada vez que tengo la oportunidad de comerme uno, no lo hago..por el simple y obsesivo hecho de que si lo como, ya no sería el mismo.
La idea me surgió porque me acabo de lavar el pelo con un shampoo de huevo, y me quedó espectacular.

11 comentarios:

Remus dijo...

Je, si fuera un mente de alcantarilla te podría echar varias bromas por tu post, pero afortudamente no lo soy, no mucho.
El año pasado me regalaron una fina terrina de Bretaña, toda una delikatessen francesa, pero en esa oportunidad tuve la mala ocurrencia de leer sus ingredientes... guácala. En fin, hoy me animé y resultó ser una delicia. Pero mejor ni pensar en el material del cual está hecha.

Lo de Verdad dijo...

por suerte, no se cocinar, así nunca te decepcionaría, ni te pondría en problemas. jajajaja.
gran post. me diverti mucho

FEDE dijo...

vi madagascar... y tendra algun nobre la fobia al huevo???

yo en genral como de todo y me gusta provar cosas nuevas, pero algo que no paso son los huevos de pescado ( cabair) y los erisos, uff solo porque son muy viscosos y algo lechosos. sueba feo.

Höger y Ortega dijo...

oye tu nene, me tinca que tu fobia a los huevos es una tranca intrauterina.

jaimePL dijo...

Hola
Me cago de la risa con tus posts.
Buenísimos.
El del cigarro y el copete es un clásico en la vida de muchos escolares y universitarios.
El fenómeno tuyo con kiwi lo encontré de antología.
Suerte. Sigo pasando por acá.

Voikot dijo...

HOLA!!!! my buenos post! me rei mucho con el del huevo porque me pasa similar con la carne, me estaba leyendo a mi mismo en la parte de los atados que se arman cuando uno es mañoso, te comprendo y apoyo, exito!!!

Claudia Corazón Feliz dijo...

Casi guitreo con la descripción de los huevos, me hizo acordarme cuando era chica y mi papá me daba huevo a la copa con pezados de pan...uf! Con los huevos y las sensaciones, me pasa algo parecido con algunas personas.
¿no encontrai?

Cinepop dijo...

Jajajaja!!
el final fue el broche de oro
me entretuve mucho leyendo tu fobia "huevenciana"...

A mí me pasó algo similar con los garbansos, una vez cuando era niño los comí...piedras tenía en mi boca, desde ahí siempre los rechacé.
Hasta que por esas razones, el año pasado los pusieron en mi plato (vivía fuera de mi casa, en la casa de unos amigos...era un "hijo putativo"...)los probé y sentí algo distinto... se rompió ese rechazo, no eran malos (el secreto está en cocinarlos)...pero, eso no fue el puntapié para empezar a comerlos, fue sólo un parentesis...porque aún los rechazo (es parte de mí).

Bárbara Avello Vega dijo...

yo no soporto los mariscos, derrepente me dan ganas de comer, los estoy preparando y el olor me gana y no me los puedo comer.tambien me pasa con las sopas para preparar, sobre todo las de esparragos, uf!
ah y me encantan los huevos.

Great Pretender 11 dijo...

...sólo recordé lo bien que le supieron a Fiona las ratas de campo rostizadas por Shrek... y las demás exquisiteces que Shrek podía cocinar...y la discreta liberación de gases...(¡qué romántico!)

Pec dijo...

no debi leer el post ahora veo al huevo frito con otros ojos.